Interculturalidad en la Educación Bilingüe, caso Guatemala
La educación intercultural, es el resultado de una búsqueda permanente hacia la convivencia, reconocimiento y respeto por la diferencia; teniendo en cuenta los aportes culturales como forma de construcción de conocimiento en relación de unos con otros. Flagelos de la sociedad como la exclusión, discriminación, xenofobia, racismo, desigualdad social y política entre otros, han llevado a repensar las funciones de la escuela como agente socializador, de cara a estos acontecimientos generando espacios de discusión e intercambio. Reconocer que la EIB (educación intercultural bilingüe) constituye una herramienta para formar nuevas mentalidades desde una posición opuesta a la discriminatoria, e implementarla, es una respuesta a las necesidades de los indígenas y a la posibilidad de un futuro diferente. |
Es necesaria mayor apertura, capacidad de escucha y voluntad de comprensión de puntos de vista divergentes por parte de las autoridades gubernamentales, para que abriendo mentes y corazones se dispongan a entender formas de pensar y actuar distintas a las hegemónicas. Se necesita perfeccionar el modelo democrático para no sólo dar cuenta de la diversidad sino para reconocer positivamente el derecho a la diferencia y que los indígenas alcancen la igualdad pero con dignidad.
Siendo estos cambios producto de una mayor visibilidad y presencia activa de los más de 40 millones de indígenas que habitan en América Latina, y, a la vez, de una mayor democratización de la región, la educación constituye el laboratorio social por excelencia en el cual se pueden estar gestando en todos los países latinoamericanos nuevas maneras de convivencia social e, incluso, formas más creativas de organización estatal que superen las limitaciones que el Estado-nación ha experimentado en sus más de 200 años de traslado a América
A pesar de existir 22 grupos étnicos distintos, se puede observar que dentro del tronco maya hay una cohesión supraétnica, los mayas manifiestan una identidad étnica y cultural más firme y desarrollada que muchos otros pueblos amerindios. La mayoría de las lenguas mayas en Guatemala no dispone hasta hoy de una ortografía oficial. En los últimos años se han propuesto sistemas diferentes que todavía no gozan de consenso.
La interculturalidad como meta política debe manifestarse en todos los ámbitos de la estructura estatal, empezando por la oficialización de las lenguas por regiones, el empleo de las lenguas mayas en la prensa, la radio, la televisión, en los letreros y carteles, en la administración regional y municipal, en la jurisdicción, y, evidentemente, también en la educación.
El concepto político-pedagógico se deriva del concepto descriptivo-crítico. Constituye la contrapartida de éste y puede definirse como el conjunto de actividades y disposiciones destinadas a terminar con los aspectos y resultados negativos de las relaciones interculturales conflictivas.
También se puede entender como una contribución al establecimiento de relaciones pacíficas, al mutuo entendimiento, al derecho a vivir la propia cultura, a la tolerancia, y, en fin, a la autodeterminación cultural.
Siendo estos cambios producto de una mayor visibilidad y presencia activa de los más de 40 millones de indígenas que habitan en América Latina, y, a la vez, de una mayor democratización de la región, la educación constituye el laboratorio social por excelencia en el cual se pueden estar gestando en todos los países latinoamericanos nuevas maneras de convivencia social e, incluso, formas más creativas de organización estatal que superen las limitaciones que el Estado-nación ha experimentado en sus más de 200 años de traslado a América
A pesar de existir 22 grupos étnicos distintos, se puede observar que dentro del tronco maya hay una cohesión supraétnica, los mayas manifiestan una identidad étnica y cultural más firme y desarrollada que muchos otros pueblos amerindios. La mayoría de las lenguas mayas en Guatemala no dispone hasta hoy de una ortografía oficial. En los últimos años se han propuesto sistemas diferentes que todavía no gozan de consenso.
La interculturalidad como meta política debe manifestarse en todos los ámbitos de la estructura estatal, empezando por la oficialización de las lenguas por regiones, el empleo de las lenguas mayas en la prensa, la radio, la televisión, en los letreros y carteles, en la administración regional y municipal, en la jurisdicción, y, evidentemente, también en la educación.
El concepto político-pedagógico se deriva del concepto descriptivo-crítico. Constituye la contrapartida de éste y puede definirse como el conjunto de actividades y disposiciones destinadas a terminar con los aspectos y resultados negativos de las relaciones interculturales conflictivas.
También se puede entender como una contribución al establecimiento de relaciones pacíficas, al mutuo entendimiento, al derecho a vivir la propia cultura, a la tolerancia, y, en fin, a la autodeterminación cultural.